Encender la luna, apagar el sol
El mundo al revés donde no parece lo que soy
Miro al frente y el horizonte me golpea la columna
Retrocedo entonces al futuro surcando una lágrima
arañando las arrugas del mármol
para perderme en su marisma cálida.
Registro el maleficio de la indulgencia
mientras tiembla el miedo de la bravura
Quiero mirarme en el espejo vacío,
y devolverle el beso de mi indiferencia.
Busco la palabra desde que el silencio me volvió la espalda,
y desenvaino la paz de mi locura
porque distinguir entre la nada y la miseria
sólo me conduce a perder la sinrazón.
Encender la luna, apagar el sol
El mundo al revés donde no parece lo que soy.
Letra: Marieta Díaz de Toledo
Música: Guillermo Garmendia