Estoy llegando a mi centro de trabajo por la mañana temprano y me cruzo con una mujer joven y un
niño de siete u ocho años que mantienen una dinámica conversación.
- Él era muy, muy bruto -dice el niño a la mujer.
- Y claro, te lo quitó -contesta ella.
- Sí, porque era listo... Pero yo soy más bruto que él. ¡Que lo sepas! -responde orgulloso.
A la mujer le hizo mucha gracia. A mí... me dio que pensar.
Matié.