El otro día me dijo una gitana que su hijo había tenido muchas manchas blancas por todo el cuerpo (al final conseguí entender que se trataba de vitíligo) y que ella se lo quitó haciéndole comer manzanas verdes.
- ¿...?
- ¡Como te lo cuento!
- ¿Y ya no le queda nada?
- Sólo en la mano. ¡Ahí no se va!
(Mira tú que si tiene razón...)