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'IDENTIDAD'. Matié

Karlota nunca olvidaría el momento en el que rayando la adolescencia quedó sellado su atributo para procrear.

Años después seguía recordando las palabras de su madre: ‘Es algo que convulsionará tu cuerpo y tu mente -le había dicho- pero también algo que no merece ser apreciado sólo por simbolizar la fertilidad. Lo más importante es que te ayudará a sentir auténtica y a reafirmar tu cualidad de mujer. Ama este don, respétalo y cuando te haga tambalear pregúntale con amabilidad y paciencia porque él será la respuesta a muchos interrogantes’.

 Aquella madre nunca imaginó que años después Karlota, cuando al respetarse y amarse preguntó amable y pacientemente a su viejo atributo femenino, éste le iba a contestar y reafirmar su cualidad masculina, su auténtica identidad envuelta en una maravillosa piel de mujer.